Pasar la Nochebuena en Chicago rodeado de luces titilantes que convierten la ciudad en un cuento de hadas urbano… Mientras en Argentina nos preparamos para una celebración veraniega con asados y piletas, Chicago ofrece una experiencia completamente opuesta: una Navidad invernal que parece salida directamente de esas películas que tanto nos fascinan. La «Ciudad de los Vientos» se transforma en diciembre en un escenario donde la magia navideña cobra vida con una intensidad que pocas urbes estadounidenses logran igualar. Con temperaturas que rondan los -5°C y una arquitectura imponente vestida de gala, esta metrópolis del Medio Oeste se convierte en el destino perfecto para quienes buscan vivir una Nochebuena auténticamente diferente.
Según datos del Departamento de Turismo de Chicago, más de 58 millones de visitantes llegan cada año, siendo diciembre uno de los meses de mayor afluencia por sus celebraciones navideñas. La ciudad no solo ofrece actividades tradicionales como patinaje sobre hielo y mercados navideños, sino también experiencias gastronómicas de primer nivel, eventos culturales exclusivos y una hospitalidad que te hace sentir parte de algo especial, incluso estando a miles de kilómetros de casa.
Si hay un lugar que define la esencia navideña de Chicago, ese es sin duda la Magnificent Mile. Esta avenida comercial, que se extiende a lo largo de Michigan Avenue, se convierte en diciembre en un desfile de brillos y colores que desafía al frío más crudo. Más de un millón de luces LED adornan los árboles que flanquean la avenida, creando un túnel luminoso que te transporta a otro mundo.
La ceremonia del Lights Festival, que generalmente ocurre a fines de noviembre pero cuyo esplendor se mantiene durante toda la temporada, marca el inicio oficial de las festividades. Imaginá caminar por esta arteria urbana la noche del 24 de diciembre: las vidrieras de tiendas emblemáticas como Macy’s y Bloomingdale’s compiten en creatividad, los restaurantes exhiben decoraciones que parecen salidas de un museo de arte, y el aroma a chocolate caliente y castañas asadas flota en el aire helado.

Lo que hace especial este paseo es que no se trata solo de ver luces. Podés detenerte en el histórico Water Tower, uno de los pocos edificios que sobrevivió al Gran Incendio de 1871, ahora convertido en un centro de información turística con exposiciones navideñas. O simplemente sentarte en alguno de los bancos públicos con calefacción (sí, Chicago piensa en todo) y observar cómo locales y turistas se mezclan en una danza de compras de último momento, selfies y sonrisas congeladas.
Para los argentinos acostumbrados al calor de diciembre, esta experiencia resulta particularmente surrealista. Es como si todas esas imágenes de tarjetas navideñas cobraran vida, pero con el plus de estar sucediendo en tiempo real, con vos como protagonista.
El Christkindlmarket es probablemente la experiencia más auténtica de Navidad europea que vas a encontrar sin necesidad de cruzar el Atlántico. Este mercado navideño alemán, ubicado en Daley Plaza, transforma el centro de Chicago en un pueblo bávaro cada diciembre. Con más de 50 vendedores ofreciendo desde ornamentos artesanales hasta delicatessen europeos, el mercado se ha convertido en una tradición ineludible para quienes celebran la Nochebuena en Chicago.

El ambiente es simplemente embriagador. Casetas de madera decoradas con guirnaldas de pino, el sonido de villancicos en alemán e inglés, y una pirámide navideña de dos pisos que gira lentamente en el centro de la plaza. Pero lo que realmente hace especial este lugar es su oferta gastronómica. Probá el Glühwein, ese vino caliente especiado que se sirve en tazas de cerámica coleccionables (y que muchos se llevan como souvenir), o deleitarte con un pretzel gigante recién horneado, las salchichas alemanas acompañadas de chucrut, o los legendarios stollen y lebkuchen.
La Nochebuena, el mercado suele tener horarios especiales, generalmente hasta las 5 o 6 de la tarde, lo que lo convierte en el plan perfecto para las horas previas a la cena. Es el momento ideal para comprar esos últimos regalos artesanales que no vas a encontrar en ninguna cadena comercial: ornamentos de vidrio soplado a mano, velas aromáticas de fabricación local, juguetes de madera tallada al estilo tradicional alemán, o incluso aceites y vinagres gourmet.
Un dato no menor: Chicago tiene una importante comunidad de descendientes alemanes, lo que le da a este mercado una autenticidad que trasciende lo meramente turístico. No es raro encontrarte con familias completas que visitan el mercado como parte de sus tradiciones navideñas, transmitidas de generación en generación.
Nada dice «Navidad en Chicago» como deslizarse sobre una pista de hielo al aire libre mientras los rascacielos te observan desde arriba. La ciudad ofrece varias opciones emblemáticas, pero dos destacan por su ubicación y ambiente especial durante la Nochebuena.

La pista de Millennium Park, ubicada junto al icónico Cloud Gate (esa escultura espejada que todos conocen como «The Bean»), es probablemente la más fotografiada de la ciudad. Imaginá esto: patinás en círculos, el hielo cruje suavemente bajo tus cuchillas, levantás la vista y te ves reflejado infinitamente en la superficie pulida del Bean, con el skyline de Chicago como telón de fondo. Es una experiencia casi cinematográfica. Lo mejor de todo es que el ingreso es gratuito; solo pagás el alquiler de los patines, que ronda los 15-20 dólares.
Para una experiencia más íntima y sofisticada, la pista del Hotel Intercontinental en Magnificent Mile ofrece un ambiente más privado. Esta pista estilo europeo, ubicada en la azotea del hotel, tiene capacidad limitada, lo que garantiza que no vas a estar esquivando multitudes. El precio es más elevado (entre 25-35 dólares), pero incluye acceso a la terraza climatizada donde podés disfrutar bebidas calientes con vista panorámica.
Ambas pistas suelen tener horarios especiales la noche del 24 de diciembre, generalmente hasta media tarde, así que es importante que consultes con anticipación. Para los argentinos que quizás nunca hayan patinado sobre hielo (porque, seamos honestos, no es exactamente una actividad común en nuestro verano), esta puede ser una experiencia torpe al principio pero absolutamente memorable. No importa cuántas veces te caigas; todos están en la misma, y la risa compartida es parte del encanto.
La gastronomía en Chicago es un universo en sí mismo, y la Nochebuena ofrece la oportunidad de experimentar algunos de los mejores restaurantes de la ciudad con menús especiales diseñados para la ocasión.
Muchos restaurantes de primer nivel ofrecen menús degustación navideños que combinan ingredientes de estación con técnicas culinarias de vanguardia. Lugares como Alinea, considerado uno de los mejores restaurantes del mundo, o Girl & The Goat, del chef Stephanie Izard, suelen tener reservas agotadas con meses de anticipación para la Nochebuena. Si lograste planificar con tiempo, podés disfrutar de experiencias gastronómicas que van desde cocina molecular hasta comfort food elevado.
Para una experiencia más tradicional pero igualmente especial, los restaurantes de cocina americana clásica como Gibson’s Bar & Steakhouse o Gibsons Italia ofrecen menús que incluyen pavo, prime rib, o mariscos frescos preparados con ese toque especial que solo la Nochebuena justifica. Los precios rondan entre 80 y 200 dólares por persona, dependiendo del nivel del restaurante y si incluyen maridaje de vinos.
Si preferís algo más casual pero auténtico, la escena de pizzerías deep-dish también tiene su magia navideña. Lou Malnati’s o Giordano’s suelen estar abiertos parte del día con menús especiales. Sí, pizza en Nochebuena puede sonar poco convencional para nosotros, pero recordá que para muchas familias ítalo-americanas en Chicago, es parte de su tradición.
Una opción intermedia y sumamente recomendable es visitar alguno de los restaurantes de hotel boutique que ofrecen cenas navideñas. El Cindy’s Rooftop en el Chicago Athletic Association Hotel, por ejemplo, combina excelente comida con vistas espectaculares de Millennium Park y el lago Michigan. La atmósfera es elegante pero relajada, perfecta para una celebración especial sin protocolos excesivamente rígidos.
Para quienes la Nochebuena tiene un significado espiritual, Chicago ofrece una amplia variedad de ceremonias religiosas que van desde lo tradicional hasta lo espectacular. La Holy Name Cathedral, ubicada en el Near North Side, celebra misas especiales de Nochebuena con coros en vivo que interpretan villancicos clásicos en inglés, latín y español. La catedral, con su arquitectura neogótica y vitrales impresionantes, se viste de gala para la ocasión.

Si buscás algo más íntimo, las iglesias históricas del barrio de Old Town ofrecen servicios con ese encanto de comunidad pequeña dentro de la gran ciudad. St. Michael’s Church, construida en 1869, es particularmente hermosa durante las festividades, con decoraciones que respetan la tradición centenaria del lugar.
Para una experiencia cultural diferente, muchas iglesias ortodoxas de las comunidades ucraniana, griega y rusa celebran sus propias ceremonias siguiendo el calendario juliano, aunque algunas adaptan servicios especiales para el 24 de diciembre también. Es una ventana fascinante a tradiciones que quizás no conozcamos en Argentina.
Los conciertos navideños son otra dimensión imperdible. La Orquesta Sinfónica de Chicago, una de las «Big Five» orquestas estadounidenses, suele tener programaciones especiales en el Symphony Center durante la temporada. Aunque los conciertos específicos del 24 de diciembre pueden variar año a año, la calidad es siempre excepcional. Escuchar el Mesías de Handel o El Cascanueces de Tchaikovsky interpretados por músicos de clase mundial es una experiencia que trasciende lo meramente cultural; es prácticamente espiritual.
Si viajás con familia o simplemente querés escapar de la típica rutina de cena formal y sobremesa interminable, Chicago ofrece alternativas que hacen de la Nochebuena una experiencia dinámica y memorable para todas las edades.
El ZooLights del Lincoln Park Zoo es una tradición que combina naturaleza, arte lumínico y conservación animal. Aunque el zoo cierra temprano el 24 de diciembre (usualmente alrededor de las 4 PM), es una excelente opción para las horas previas. Más de tres millones de luces LED iluminan los senderos, hay esculturas luminosas de animales, proyecciones en 3D, y los niños pueden visitar a Santa Claus en su cabaña decorada. La entrada es gratuita, lo que lo convierte en una opción inclusiva para todos los presupuestos.

Para los amantes del teatro, el Goodman Theatre y otros espacios escénicos suelen tener funciones matinée el 24 de diciembre. Producciones como «A Christmas Carol» son clásicos que se reinterpretan cada año, manteniendo la tradición viva. Es una excelente forma de introducir a los más chicos (o a vos mismo) en la literatura navideña británica con todo el profesionalismo del teatro estadounidense.
Si el clima lo permite (recordá que puede estar bajo cero), un paseo por el Lakefront Trail ofrece una perspectiva completamente diferente de la ciudad. Ver el lago Michigan parcialmente congelado, con el skyline de fondo y el sol invernal creando destellos sobre el agua, es un espectáculo natural que contrasta hermosamente con toda la artificialidad de las luces y decoraciones urbanas.
Para los nostálgicos o curiosos de cómo celebran otras comunidades, los barrios étnicos de Chicago organizan sus propias festividades. Pilsen, el barrio mexicano, tiene celebraciones con posadas y comida tradicional. Devon Avenue, con su fuerte presencia de comunidades india y paquistaní, ofrece una experiencia completamente diferente donde la Navidad se mezcla con otras tradiciones culturales en un sincretismo fascinante.
¿Qué temperatura hace en Chicago durante Nochebuena y cómo debo vestirme?
Las temperaturas en Chicago el 24 de diciembre suelen oscilar entre -5°C y -10°C, con sensación térmica aún más baja por el viento. Es fundamental vestirse en capas: ropa térmica, abrigo impermeable y cortavientos, guantes, gorro que cubra las orejas, bufanda y calzado impermeable con suela antideslizante. Los argentinos no estamos acostumbrados a este frío extremo, así que es mejor exagerar en abrigo que quedarse corto.
¿Los restaurantes y atracciones principales están abiertos el 24 de diciembre?
La mayoría de las atracciones turísticas cierran temprano en Nochebuena, generalmente entre las 3 y 6 PM. Los restaurantes suelen tener horarios especiales y muchos requieren reserva anticipada, especialmente los de alta gama. Es crucial planificar con semanas de anticipación. El transporte público (CTA) opera con horarios reducidos, y muchos negocios minoristas cierran alrededor de las 6 PM.
¿Es seguro moverse por Chicago de noche durante Nochebuena?
Las zonas turísticas principales como Magnificent Mile, Loop, River North y Near North Side son muy seguras y bien patrulladas durante las festividades. Chicago tiene áreas específicas que es mejor evitar, pero las zonas donde se concentran actividades navideñas son perfectamente seguras incluso de noche. Usá apps de transporte como Uber o Lyft si planeás moverte tarde, o el sistema de metro (L) que, aunque con frecuencia reducida, sigue operando.
Celebrar la Nochebuena en Chicago es abrazar una experiencia radicalmente diferente a nuestras tradiciones argentinas. Es cambiar el calor agobiante por el frío que te hace apreciar cada sorbo de chocolate caliente, los fuegos artificiales y el asado por luces que convierten la ciudad en un cuadro viviente y cenas sofisticadas en restaurantes con historia. Es descubrir que la Navidad puede tener mil rostros, y que cada uno tiene su propia belleza.
Esta ciudad del Medio Oeste estadounidense te ofrece no solo actividades y lugares para visitar, sino la oportunidad de reinventarte, de ver la Nochebuena con ojos nuevos, de crear recuerdos que contrastarán hermosamente con todos tus diciembres anteriores. ¿Te animás a vivir una Navidad de película? Chicago te espera con los brazos abiertos y la ciudad más iluminada que hayas visto jamás. La magia está ahí, solo falta que vos seas parte de ella. Consultá en Travel Wise y viví una Navidad Mágica !