Tuve que tomarme un tiempo para armar la segunda parte del viaje mágico, pero en estos días de tantas consultas sobre el destino, viajé mentalmente contando un poco este itinerario por el interior de Turquía.
Después de 4 días en Estambul, que no alcanzaron para ver todo lo que la ciudad tiene para mostrarnos, salimos para visitar Troya. Vemos los últimos complejos de la ciudad y empezamos a bordear el mar de Mármara, la ruta es perfecta, montañas con pinos y olivares de un lado, y el mar del otro, que nos distraen de la breve clase sobre economía Turca que nos daba Isaac. Llegamos hasta Kilitbahir y nos subimos al ferry para llegar hasta Canakkale, dejando el Mármara de un lado y empezando a avistar el Egeo. Tomamos unos mates y hacemos unas fotos con el sol arriba y el mar abajo, los trayectos siempre se hacen cortos con tan buena compañía.
Luego de un breve almuerzo, nos vamos a Troya, y después de leer La Illiada y ver la película, imaginarnos la gran ciudad construida 9 veces (o por lo menos hasta ahora), es difícil. Pero cuando tenes un buen guía, imaginar toda su historia es mas sencillo, y las vistas ayudan a un paseo entretenido.
Hace mucho calor bajo el sol, y después de unas divertidas fotos junto al caballo de madera, nos volvemos al hotel Kolin, dueño de una pileta increíble al borde del Egeo, para quedarse charlando y disfrutando del calor hasta que llegue el espectáculo del atardecer.
A la mañana siguiente, disfrutamos de un desayuno de lujo, contamos que estemos todos arriba del bus, valijas cargadas, y nos vamos hacia Pérgamo, para visitar AsKlepion (Esculapio). Era época de campaña y actos políticos (además de Ramadán) así que tomamos un desvío, pedimos permiso al ejército, abrimos algunas rejas, pero nada impide que lleguemos al primer spa del mundo.
Cuenta la historia que Esculapio, tenia la habilidad de devolver a la vida los muertos, por lo que Zeus comenzó a preocuparse porque el mas allá quedara vacío, y lo mato con un rayo. Esto lo elevó a los cielos y lo convirtió en deidad.
Volviendo al templo, fue mandado a construir por el poeta Arquias, en reconocimiento por las atenciones recibidas en Epidauro. El recinto contaba con baños, anfiteatro, biblioteca, quirófano (quizás el primero del mundo) y hasta túneles de dormicion, para estudiar los pacientes y sus subconscientes.
En los alrededores del complejo se cultivaban las hierbas medicinales que usaban en las terapia. Una especialidad que Galeno terminó de trabajar mientras estudiaba y se formaba en Asclepión. Terminada la visita y después de probar un poco de comida Egea, nos vamos hacia Izmir, una ciudad de grandes avenidas con palmeras, el mar y mucho lujo, ideal para caminar por su costanera llena de bares y restaurantes. Nos alojamos en el lujoso Movenpick, con un un restaurante en el ultimo piso, que además de tener hermosas vistas del mar y de la ciudad, nos regalo una cena impecable.
Es la mañana y ya estamos listos para nuestro día más intenso. Salimos bien temprano rumbo a Efeso, para disfrutar en soledad de la ciudad del mundo antiguo mejor conservada. Llegamos y efectivamente somos los primeros en entrar y disfrutar de sus construcciones, avenidas, casas y de dos obras monumentales, como su biblioteca y el anfiteatro. La lluvia nos corre un poco, pero seguimos camino a la casa de la Virgen María.
Cuenta la historia que después de la crucifixión de Cristo, el apóstol San Juan decidió esconder a la Virgen en esta casa cerca de Selcuk, hasta la esperada Asunción. La casa fue revelada muchos años mas tarde por una visión de la religiosa Alemana Ana Catalina Emmerick.
Un casa pequeña, con un entorno único de plantas y montañas, hacemos fila, tomamos una vela, contemplamos, intentamos entender la importancia del lugar, encendemos la vela y pedimos. A la vuelta de la casa hay una pared donde los peregrino dejan sus deseos en telas o papel, y dice la leyenda que lo que se pone, se cumple.
Después de un almuerzo para cargar baterías nos vamos a los Castillos de Algodón. Esas formaciones geológicas, blancas por su alto contenido de calcio, que van formando piletas que reciben las aguas termales. Debo reconocer que no son tan lindas como las fotos que había visto anteriormente, pero es un paisaje totalmente diferentes a todos, casi como estar en la luna. Bajamos la montaña y nos alojamos en el Lycus River, un hotel que a pesar de sus años, tiene parques y piletas que invitan al tan necesario relax, así que nos ponemos la bata y salimos rumbo a las piletas de aguas termales, y mientras algunos charlamos relajados sobre todo lo que vivimos en el día, otros deciden someterse al famoso baño Turco, y se le nota en sus caras!
Nos despertamos relajados a pesar del día intenso que tuvimos y salimos hacia Capadocia, y después de visitar las cuevas donde se refugiaban de los ataques y ladrones los antiguos pobladores, nos vamos hacia un caravanserai del siglo XV, una antigua posada donde se hacían negocios, en excelente estado, donde algunos nos quedamos a contemplar el show de los Derviches Danzantes.
Luego del ritual perfectamente ejecutado, nos alojamos en el hotel Perissia, disfrutamos de las vistas de Goreme desde su pileta y adormir temprano por que si el viento lo dispone, mañana temprano volaremos en Globo sobre el Valle de Capadocia…
Troya, Asclepion, Efeso, la casa de la Virgen Maria y Pamukkale con un grupo perfecto.