Este paquete turístico fue quizás una de las aventuras más ricas de la vida, y aunque muchos lo nieguen todos siempre quisimos una experiencia así. Pues este es el viaje que conecta todos los sentidos.
Este, a diferencia de otros, fue un recorrido diferente, pues fue conducido por algo de gran tamaño, que muchas veces se muestran imponentes, otras intrigantes y podría decir que hasta intimidantes. Este medio de transporte es elegido por muchos y temido por otros. Pero a pesar de todas las características que podemos decir acá, se sabe que viajar en un crucero es toda una experiencia en sí misma, que va más allá de los puertos en los que se detengan y del destino final.
Muchos las definen como ciudades flotantes y es que algunas son tan gigantes que tienen adentro fuentes de agua, shopping, spa y hasta jardines. Lo cierto es que, a pesar de sus características, los cruceros cuentan con entretenimiento para todos los gustos, desde noches llenas de sabores, música, baile, hasta días de relax y buceo con animales acuáticos.
Todo lo que se necesita para unos días de descanso y goce puro, pues no hay días aburridos a bordo de un crucero, aun cuando el horizonte esté lejos y parece que la diversión se está por acabar, siempre hay alguna actividad que marca la diferencia en el trayecto.
En esta oportunidad, les contaremos la experiencia Travel Wise de nuestros pasajeros Aldo y Alicia, quienes confiaron en nosotros y se animaron a un viaje diferente. Luego de su paso por uno de los lugares más lindos del mundo, nos visitan para contarnos sobre su travesía a bordo de una de estas impresionantes embarcaciones.
Es difícil describir la inmensidad que transmite un crucero a quienes no han vivido esta experiencia, pero es que todo lo que hay ahí es alucinante, desde el momento en el que llegamos y nos recibieron tan cálidamente supimos que iba a ser un viaje diferente. Al ingresar, nos asombró por completo el imponente vestíbulo, donde conviven la madera natural, el bronce y el mármol. También nos sorprendió el camarote, ya que temíamos pues pensamos que íbamos a tener que dejar nuestra ropa dentro de la valija todo el viaje, ya que nos imaginamos algo estrecho y diminuto. Para nuestro asombro, toda la ropa entró de manera impecable y más aún.
Pero eso fue solo el comienzo, pues tuvimos cabinas con balcones al mar, el cual nos permitió despertarnos con una vista azul y el sol en la cara cada mañana. El crucero también cuenta con restaurantes temáticos que cambian cada noche, música en vivo para todos los gustos y hasta un spa el cual muchos disfrutan los días nublados o de lluvia. No hay nada que a bordo de un crucero no se pueda hacer, no hay capricho que estas majestuosas naves no cumplan, desde una elegante noche de teatro hasta tragos exóticos al borde de la piscina.
Eso y sin mencionar que me saco el sombrero al hablar de la calidad humana con la que nos han tratado porque han hecho todo lo posible para que nuestra estadía allí sea de primer nivel, y es que todos los días hay una propuesta diferente y en cada momento las pasas bien.
Pero si hay algo que destacar de este viaje y que creemos fue lo mejor, son las noches de teatro. La realidad es que no esperábamos que un crucero tuviera compañías de actores, obras musicales originales y adaptaciones de grandes clásicos sobre escenarios magníficos. Todas las puestas en escena nos resultaron excepcionales, con sus propios directores artísticos, coreógrafos, escenógrafos, diseñadores de vestuario y expertos en iluminación y sonido. Nos hicieron reír y llorar, nos brindaron una experiencia única que me encantaría volver a repetir y es que cada noche, te ibas a dormir totalmente maravillado y con anécdotas para rememorar por días.
Entre tantos espectáculos, tuvimos la oportunidad de ver una obra musical que nos remitía a una conjunción de Broadway con el Cirque du Soleil pues en la misma había: cantantes, bailarines, acróbatas y artistas provenientes de diferentes partes del mundo que le pusieron color a la noche más mágica a bordo de este maravilloso mundo flotante. Cuando terminó, simplemente nos levantamos y nos dedicamos puramente a aplaudir y expresar nuestra gratitud frente a tan grande puesta.
Desde lo personal diré que estar en un crucero es como estar en todas partes del mundo a la vez pues reúne lo mejor de cada belleza internacional para poder brindarla durante el viaje. Es como si se unieran el espíritu festivo de Las Vegas, el glamour de Saint Tropez, el sol de las Islas Griegas, la calidez del Caribe y la maravillosa prestancia artística de New York. Todo esto y mucho más porque le suman los sabores de distintos países los cuales se expanden en interminables buffets y restaurantes temáticos que nada tienen que envidiarles a los placeres gourmet de las grandes ciudades pues tienen trabajando en el crucero a chefs de excelente categoría que encima saben que cosas podes y no comer.
En el camino fuimos visitando muchos destinos, en donde paramos a sacar fotos y a conocer un poco de su cultura, gastronomía y llevarnos algún recuerdo. Pero de todos los puertos en los que nos detuvimos, de todos los tesoros que fuimos descubriendo en el camino, considero que Grecia se adueñó rápidamente de nuestros corazones. Desde Travel Wise ya nos habían adelantado algunos detalles para conocer y descubrir en uno de los países más fascinantes del mundo, pero también nos armaron un cronograma que nos permitía poder transitarlo a nuestro propio ritmo y andar.
Y si bien todo lo que nos contaron fue tal como sucedió, la belleza de Grecia nos pareció aún más preciosa que en los relatos que nos dieron. Gracias a sus consejos, descubrimos cuál era el mejor punto para contemplar el atardecer de Santorini, una de las islas Cícladas en el mar Egeo y un lugar que nos hizo sentir que el mundo era todo para nosotros y que no podrían existir colores más imponentes y vivos que aquellos que estamos viendo mientras el sol caía. Todo acompañado de un buen vino y anécdotas que hicieron de ese día un momento único.
Sin dudas las Islas Griegas nos dejaron una sensación de paz y tranquilidad que necesitábamos. Este viaje nos regaló recuerdos para toda la vida que no pararemos de contar. Regresamos con una sensación de plenitud jamás antes vivida, porque no creímos ser capaces de hacer algo así nunca, pero gracias a este equipo pudimos animarnos a cumplir un sueño-
La oportunidad de un viaje increíble a través del océano, el azul del mar, los atardeceres de Santorini y las callecitas blancas de Mykonos, nos hicieron volver distintos y con ansias de otra aventura más.
¡Gracias por este viaje alucinante, Travel wise!
Los cruceros cuentan con entretenimiento para todos los gustos, desde noches llenas de sabores, música, baile, hasta días de relax y buceo con animales acuáticos.