Kia Ora es una frase de saludo informal en idioma maorí. La frase significa literalmente «que tengas salud» o «que estés bien». También se utiliza para decir «gracias» Así te vas a sentir en Nueva Zelanda, agradecido de estar VIVO…
Nueva Zelanda es la última frontera del Pacífico Sur, asentada sobre una de las plataformas continentales más antiguas del mundo, Este país insular de exuberante naturaleza, economía dinámica, sociedad multicultural y sólidos valores democráticos te va a maravillar. ¿Quién no ha visto alguna de las entregas de la famosa trilogía de El señor de los Anillos, y ha soñado con sus espectaculares paisajes? Muchos de sus exteriores de estas historias fueron filmados en estas tierras…. Lo que quizás no sabes, es que una vez que regresas de tu viaje a Nueva Zelanda, no sólo te traés imágenes de paisajes de ensueño, desde hermosas playas de arena blanca, a impresionantes acantilados y prados de un verde que quita la respiración… te traes en tu corazón parte de su cultura… porque la Cultura maorí es de las que dejan huellas… Se trata de una cultura ancestral con unos valores tan arraigados, que a día de hoy continúan manifestándose en la vida cotidiana de sus habitantes, convirtiéndose en su máximo exponente y en símbolo de orgullo para todos los habitantes de la isla. Nos encontraremos ante una cultura que ha sabido mantener sus raíces y tradiciones a lo largo de los siglos: fuerte, arraigada, muy respetuosa con el hombre y con la tierra, y por encima de todo, muy hospitalaria.
Nugget Point Ligthhouse
Un momento maravilloso en tu viaje será recibir el saludo tradicional maorí, el hongi, en el que se unen la frente y la nariz con la otra persona, para intercambiar el “ha” o aliento vital. Es en ese momento cuando pasarás de ser de un simple visitante, a un hombre “de la tierra”, con la responsabilidad de proteger desde ese mismo instante y para siempre al pueblo maorí.
EL pueblo Maorí se instaló en Nueva Zelanda procedente de las islas del Pacífico, teniendo que adaptar su modo de vida a la geografía y los recursos que le ofrecía su nuevo territorio. Se organizaban en tribus, donde el respeto y la igualdad entre sus gentes fue y sigue siendo su seña de identidad. Y es que el pueblo maorí es un pueblo muy espiritual. Su amor y respeto por el territorio que les rodea, y su fe en los elementos de la naturaleza, ha hecho de esta cultura una de las más fuertes de la historia. De hecho en su momento, supieron ganarse el respeto de los antiguos colonos ingleses, que no sólo no lograron imponer su cultura, sino que aceptaron la cultura maorí y permitieron la convivencia de ambas en la isla (hoy en día los idiomas oficiales de Nueva Zelanda son tanto el inglés como el maorí)
Esta fuerza seguramente la pudimos ver en alguna de sus hakas antigua danza de los guerreros maoríes que se ha mantenido hasta nuestros días, antes de cada uno de sus partidos de rugby. Es una muestra de respeto hacia el rival, a la vez que una manera de demostrar la fuerza y el poder del guerrero maorí. Claro que en la actualidad, cambiando el campo de batalla por el campo de juego
Uno de sus rasgos más destacados, son sus tatuajes. Los indios maoríes se tatuaban el rostro para distinguir a qué tribu pertenecían, y marcaban su piel con las historias de sus batallas. Historias y tatuajes que pasaban, cual herencia, de padres a hijos. Así, usaban el tatuaje, o “Moko” o “Ta Moko” como lo llaman allí, como un elemento necesario para entender sus orígenes. Esta costumbre y tradición se ha mantenido hasta nuestros días, donde los tatuajes maoríes no solo son elementos decorativos, sino que para el que los lleva, tienen un significado único y les da una fuerza muy especial.
Este maravilloso lugar ubicado en la costa oeste de la Isla Sur, el estrecho Milford Sound es una fusión de características naturales espectaculares y detalles visuales sorprendentes en cada rincón. Descripto por Rudyard Kipling como la «octava maravilla del mundo», el estrecho de Milford Sound fue esculpido por glaciares durante la Era del Hielo.
Los paseos en barco, durante el día o la noche, son una excelente manera de vivir el lugar. El estrecho de Milford Sound es impresionante con cualquier clima. Los acantilados del fiordo se elevan verticalmente desde las aguas oscuras, las cimas de las montañas arañan el cielo y el agua desciende en cascadas, algunas de hasta 1000 metros. Las cascadas se multiplican provocando un maravilloso efecto luego de un día de lluvia. A las personas más aventureras también podría gustarles salir en kayak, bucear o realizar vuelos panorámicos. Para aprender más sobre la vida marina local, podés visitar el observatorio submarino de Harrison Cove y maravillate con el coral negro, estrellas de mar de 11 patas y delicadas anémonas.
Viajar a Nueva Zelanda y no pasar por Hobbiton es casi un pecado, más aun si somos seguidosres de las novelas de J.R.R. Tolkien El Señor de los Anillos y El Hobbit era casi obligatorio visitar el lugar donde se rodaron las escenas de la aldea hobbit en las películas del director kiwi Peter Jackson. El lugar es mágico y tan realista que es imposible no pensar que, en un momento u otro, un hobbit aparecerá por alguna de las puertas… O que te tropezarás con Bilbo o Frodo, perdidos en un entorno verde y como salido de un cuento, disfrutarás de los tours guiados de Hobbiton. El tour por Hobbiton es muy divertido, en gran parte por la gracia de los guías, que tienen un montón de anécdotas del rodaje para compartir. Las visitas guiadas a Hobbiton duran unas 2 horas e incluyen un rato al final en la posada El Dragón Verde, donde podrás tomar una cerveza artesana producida en la Comarca (rubia o negra) o una cerveza de jengibre (sin alcohol).
Auckland es la ciudad más grande de Nueva Zelanda y el principal centro de transporte. Asegúrate de hacer una parada y disfrutar de las tiendas, restaurantes y maravillas naturales que Auckland tiene para ofrecer. Un entorno urbano donde todos viven a media hora de hermosas playas, senderos de excursionismo y una decena de islas encantadas. A todo esta maravilla le podés agregar un clima casi siempre soleado, un ritmo subyacente de cultura polinesia y una pasión por la buena comida, excelentes vinos y compras, y podrás comenzar a entender cómo es Auckland, la ciudad más grande y más diversa del país.
Desde aquí podés hacer muchas actividades: Kayak a una isla volcánica Rangitata, un volcán inactivo no muy lejos del centro de Auckland (también puedes llegar en ferry). Sube los antiguos arroyos de lava a la cumbre para obtener vistas espectaculares del puerto y de regreso a la ciudad. También, podés cruzar el Coast to Coast Walkway, cruza el estrecho cuello de tierra de Nueva Zelanda. Comienza en Viaduct Harbour en la costa este de Auckland y viaja hacia el oeste a través de paisajes urbanos, hermosos parques y volcanes inactivos para terminar 16 km más tarde en el puerto de Manukau. Si querés podés conocer la isla de vino, isla Waiheke,. Este pedazo de paraíso es un refugio de hermosas playas isleñas y unas 30 bodegas. Y no podés perderte la visita la única isla del mundo Dark Sky Sanctuary, Great Barrier Island no sólo es un lugar de increíble belleza, también es la primera isla del mundo designada como Santuario Internacional del Cielo Oscuro, que se une a otras dos ubicaciones. La isla está fuera de la red y con una iluminación mínima al aire libre, es un destino de ensueño para los observadores de las estrellas para disfrutar de los deslumbrantes cielos nocturnos.
La ciudad más cosmopolita de Australia, es una ciudad espectacular. Lo es por el azul del puerto, enmarcado entre el puente metálico y las velas blancas de la Opera House, por sus playas oceánicas y por sus barrios populares. El Greater Sydney, la inmensa área metropolitana tiene 5 millones de habitantes y ocupa más de 12.400 km2. En el Downtown, los edificios del distrito financiero emergen tras la torre del consistorio de la ciudad. A la izquierda, el Queen Victoria Building. El Domain Park, esta extensa zona pertenece al Real Jardín Botánico. Está abierta las 24 horas todos los días. Acoge los grandes eventos y festivales de música. Podés visitar el puente de la Bahía de Sídney que se inauguró en 1932. Tiene un carril para peatones, otro para bicicletas, dos vías de tren y ocho carriles para coches. Es posible subir hasta el punto más alto del arco, a 135 metros. Y no te pierdas el Litoral de Nueva Gales del sur: La Bahía de Jervis, 189 kilómetros al sur de Sídney alberga dos parques nacionales y playas intactas como Orion Beach. Es un excelente lugar para avistar ballenas.
Mira todo lo que tiene para ofrecer Nueva Zelanda.