El viaje comienza con la emoción de un vuelo internacional desde Buenos Aires hacia Frankfurt, con un regreso desde París, equipado con todo lo necesario para un viaje cómodo gracias al equipaje de mano incluido. Si tu partida es desde alguna provincia de Argentina, no dudes en consultar sobre las opciones disponibles.
Una vez en Frankfurt, el recorrido por Alemania da inicio con el traslado desde el aeropuerto hacia el hotel, donde los viajeros podrán instalarse y descansar. A lo largo de este circuito, un transporte cómodo en bus será el medio para recorrer las diversas ciudades, siempre acompañado por un guía experto que, dependiendo del tamaño del grupo, también puede ser el chofer-guía si son menos de 8 personas.
La primera parada son dos noches en Frankfurt, una ciudad vibrante que combina lo moderno con lo tradicional, famosa por sus rascacielos y su casco antiguo lleno de historia. Desde allí, el recorrido sigue hacia Friburgo, donde se pasará una noche en esta encantadora ciudad universitaria situada en la Selva Negra, conocida por su arquitectura medieval y su atmósfera pintoresca. Luego, el viaje continúa a Kempten, otra noche en una ciudad con un aire de cuento de hadas, en el corazón de los Alpes Bávaros.
Tras estos días en las ciudades más pequeñas, el recorrido por Alemania culmina con dos noches en Munich, la capital de Baviera, famosa por su cerveza, sus museos y su arquitectura única. Los viajeros disfrutarán de una típica cena bávara, con suculentos platillos y cervezas artesanales en un ambiente cálido y tradicional. Después de Munich, se realiza una parada en Nuremberg, una ciudad famosa por su castillo medieval y su legado histórico.
Las visitas incluyen algunas de las maravillas más conocidas de Alemania, como los Castillos de Heidelberg y Neuschwanstein, dos de los castillos más emblemáticos del país, que parecen sacados de un cuento de hadas. Además, el Palacio Linderhof, con su estilo rococó, dejará una huella imborrable. También se visita una granja en la Selva Negra, donde se podrán degustar quesos frescos y conocer de cerca la vida rural de la región.
Después de recorrer Alemania, el viaje continúa en Francia, con un recorrido panorámico que comenzará en la majestuosa ciudad de París. La aventura francesa se desarrolla con un recorrido en bus turístico, con un guía en español y portugués, y estancias en hoteles de 3 y 4 estrellas, con desayuno buffet diario para comenzar cada día con energía.
El recorrido por Francia incluye 10 noches de alojamiento en diversas ciudades, comenzando con 4 noches en París, donde los viajeros podrán disfrutar de una visita panorámica de la ciudad, descubriendo su icónica Torre Eiffel, sus jardines y museos. Desde París, se viajará a Caen, Rennes, Amboise, Limoges, Rocamadour, y Burdeos, con paradas en lugares tan pintorescos como el Castillo de Beynac, el Parque del Castillo de Chambord, y el famoso Castillo de Chenonceau.
El viaje tiene momentos de experiencias únicas, como una excursión a las cuevas de Padirac, un impresionante sistema de grutas subterráneas, o la visita a la Casa y Jardines de Monet en Giverny, donde los viajeros podrán admirar los paisajes que inspiraron al famoso pintor impresionista. Otra de las paradas destacadas será en el Museo de las Cuevas de Lascaux, un sitio arqueológico reconocido mundialmente por sus pinturas prehistóricas.
Un toque especial será la degustación de una crepe típica con bebida en Dinan, una ciudad medieval encantadora, que les permitirá probar una de las delicias de la gastronomía francesa. Además, un ticket de tren de alta velocidad permitirá viajar cómodamente de Burdeos a París, para cerrar el circuito con estilo.
Durante el recorrido, se incluyen dos cenas en lugares especiales como Amboise y Rocamadour, donde los viajeros podrán disfrutar de la auténtica cocina francesa. El viaje por Francia, con su historia, su arte, y su gastronomía, complementará perfectamente la experiencia alemana, haciendo de este circuito una experiencia completa, cargada de memorias y momentos únicos.
Este recorrido se presenta como una puerta abierta al descubrimiento de dos de los países más ricos en cultura y tradición de Europa, donde cada ciudad, cada castillo, cada plato y cada paisaje dejarán una marca imborrable en los viajeros.