Quiero conocer más sobre este destinoParís
La capital francesa siempre es tendencia, romanticismo y arte, te mostramos dos lugres que no podés dejar de estar….
El Muro de los “Te Quiero”
Escondido de la vista de curiosos, como si se tratase de un lugar reservado sólo para enamorados, hay una pared que no todo el mundo conoce, aunque paradójicamente se sitúa en la zona de Montmartre, uno de los principales puntos turísticos de París. Este muro es obra de Frédéric Baron y Claire Kito, un lugar de romanticismo que saluda y promete amor a todos los que lo visitan. Este rincón mágico se llama le mûr des je t’aime (el muro de los te quiero) y en él encontrarás diversos azulejos en donde la palabra te quiero se repite en 311 ocasiones en 250 idiomas. Entre medias, hay unos trocitos rojos que simbolizan los trozos de un corazón despedazado, pero que, más allá de ser algo negativo, significan encuentro y reconciliación.
Dirección: Place des Abbesses, Montmartre.
El muro de los Te Quiero.
Librería Skhakspeare & Company
Desde 1951, la librería Shakespeare & Company es un punto de encuentro para intelectuales y amantes de la lectura. Fundada por George Whitman, un intelectual, viajero y bohemio que dejó su Estados Unidos natal para establecerse en París después de la II Guerra Mundial. Su ambiente abigarrado de libros e historias, se fue formando por más de 60 años en el mismo lugar, justo frente a Notre Dame, en la margen “bohemia” del Sena.
Muchos escritores emblemáticos como Ernest Hemingway, F. Scott Fitzgerald y James Joyce han pasado por esta libreria, que también aparece en varias peliculas de Woody Allen: Antes del amanecer y Medianoche en Paris.
Desde el día en que la librería comenzó a funcionar, brinda hospedaje a amantes de los libros que buscan un lugar en donde pasar la noche. En este sentido, se calcula que ya fue el “hogar” de unos 30.000 jóvenes. Para poder alojarse allí no hay que pagar, pero sí se deben cumplir tres requisitos: trabajar un par de horas en la librería al día, leer un libro y escribir una hoja autobiográfica para que se guarde en la habitación del difunto dueño, Whitman.
Miles y miles de estas autobiografías se han recolectado y hoy forman parte de un archivo impresionante, que captura a generaciones de escritores, viajeros y soñadores.
Direccion: 37 Rue de la Bûcherie, 75005 Paris
Librería Shakespeare and Co.
Mont St Michel
La larga historia del Monte Saint-Michel comenzó en 708, cuando Aubert, obispo de Avranches, mandó construir en el Monte Tombe un santuario en honor del Arcángel san Miguel. San Auberto, obispo de Avranches, fundó el Monte Saint-Michel en el año 708. Después de que el arcángel San Miguel se le apareciera tres veces en sueños, decidió construir un oratorio en honor a este personaje divino. Pero, ¿dónde? El presagio de un toro amarrado al Monte Tumba le anunció la ubicación de lo que sería el Monte Saint-Michel.
Durante la construcción del oratorio, el obispo de Avranches envió a dos canónigos en busca de reliquias de San Miguel. Según se cuenta, trajeron un trozo de su capa roja y un pedazo de mármol sobre el que el arcángel había puesto su pie.
Con el paso de los años, la abadía del Monte Saint-Michel se convirtió en un importante lugar de oración y peregrinación. Los monjes benedictinos, que vivían allí desde el año 966, traducían los textos de Aristóteles y las reliquias atraían a fieles en busca de espiritualidad. Sin embargo, su situación estratégica convirtió el lugar en objetivo de ataques. Por esta razón, además de ampliar la abadía, se reforzaron las defensas del islote.
En 1879 se construyó una carretera-dique para facilitar el acceso de los peregrinos. Pero la carretera comenzó a acumular arena y en 1983 se puso en marcha el proyecto de restauración del carácter marítimo de la isla. De esta forma, se quitó el estacionamiento y se construyó un acceso sobre pilotes que permite que el agua del mar de La Mancha circule libremente
Mont St. Michel.
La Roque-Gageac (Dordoña, Aquitania)
Al reparo por un acantilado cortado a pico, La Roque-Gageac (en occitano, La Roca de Gajac) se contempla en las aguas del río Dordoña, por el que se deslizan perezosas las gabarras. Es una de las 156 poblaciones que lucen el título de Les plus beaux villages de France (los pueblos más bellos de Francia), un distintivo que se otorga a localidades con menos de 2.000 habitantes que además de ser bonitas cuentan con un importante patrimonio y tienen una política municipal que impide nuevas construcciones.
La Roque-Gageac.
La Casa de Monet
A 70 kilómetros de París se encuentra Giverny, el pequeño poblado que eligió Claude Monet para vivir junto con su nueva esposa y sus hijos. Luego de acondicionar la casa, comienza a agrandar el terreno para crear un jardín con plantas exóticas que trae de diferentes lugares del mundo. Construye un estanque con diferentes canales, llenos de plantas flotantes y manda a construir un puente japones, que luego sería conocido como el puente de los nenúfares (flores que pinto durante toda su vida)
La propiedad de Giverny tiene alrededor de una hectárea dividida en dos áreas por una antigua vía ferroviaria que se atraviesa gracias a un túnel. La casa, de dos pisos, mantiene los muebles y decoraciones originales. El taller del pintor, el comedor, la cocina, el dormitorio de Claude, el de su esposa Alice y el pequeño salón azul de lectura donde se conservan las estampas japonesas que tanto gustaba coleccionar al artista y de las que llegó a tener más de doscientas.
Enfrente de la casa, un huerto normando aparentemente desordenado nos muestra la pasión de Monet por la naturaleza y sus colores. Él decía: “más allá de la pintura y la jardinería, no soy bueno para nada”.
Jardines de Monet.
